Estoy muy enfadado con esclava-humana, se va a enterar la niña esta de lo que es un minino ofendido.
Todo
empezó la semana pasada cuando se fue a comer a casa de sus abuelos
dejandome solito en casa.
Volvió por la tarde muy contenta ella,
preguntándome si me
había aburrido mucho y se
había dormido la siesta. Hasta
ahí todo normal pero
había algo en ella diferente, un olor poco habitual pero conocido. Al instante lo supe: ¡
había estado con el señor de verde! ¡sin mi!
Eso solo
podía significar una cosa: la maldita pastilla de
desparasitar. Me puse en guardia, presto a escapar al más
mínimo atisbo de cualquier cosa que pareciese una pastilla. Pero ella
seguía como si nada se fue a duchar, jugo conmigo, me hizo mimos, se puso a jugar a Los S
ims.
Empecé a pensar que todo
había sido una falsa alarma,
quizá solo
había pasado por la consulta para preguntar algo o que mi olfato me
había jugado una mala pasada.
Así que me relaje y
volví a mis quehaceres de
gatito domestico. Y en esas estaba, observando a un sabroso pajarito por la ventana de la cocina cuando esa maldita
zor...
estooooooo, esclava-humana se acerco a mi
preguntándome que hacia y cuando me
quise dar cuenta me agarro, me
abrió la boca y zas, pastilla "
pa" dentro.
¡Maldita sea! Siempre me pilla desprevenido, no hay forma de escapa de ella, la muy asquerosa. Y encima, cuando vio que me enfadaba me dijo que la culpa era
mía y que si me tomase la pastilla a la primera y sin protestar no
tendría que engañarme.
Me da igual lo que diga, si quiere que la perdone ya puede pasarse todo el
día haciendome mimos y jugando conmigo. O si no, que se atenga a las consecuencias...